Hay que entender que detrás de esta emergencia climática no hay simplemente buenas intenciones y personas desinteresadas haciendo activismo. Hay un grandísimo negocio y una grandísima industria con una necesidad imperiosa de que esta apuesta por las energías renovables y por toda la inversión que hay detrás salga bien.
Solo hay que ver como muchísimas empresas de diferentes sectores
están haciendo grandes inversiones dentro de las energías renovables, por lo
tanto, hay un grandísimo interés en que estas inversiones salgan bien, y para
que estas inversiones salgan bien no hay mejor manera que los gobiernos
impongan que estas inversiones se implanten de forma efectiva dentro de los
países, prohibiendo absolutamente cualquier tipo de competencia contra estas inversiones verdes. Y no solo hablamos de inversiones en un sector, sino en
múltiples sectores. Tenemos a Repsol invirtiendo un montón de dinero en su
filial de renovables, tenemos a un montón de empresas del sector automovilístico
invirtiendo muchísimo en coches eléctricos, como es el caso de Tesla. En el
caso de Francia en los próximos años se prohibirá el coche de combustión y solo
se podrá conducir el coche eléctrico.
La hoja de ruta es
muy clara, se hace propaganda a nivel mundial desde múltiples organismos como
pueden ser la ONU. Esto permite que la gente se conciencie sobre esta emergencia
climática, si la gente está concienciada respecto a este problema recibirá todas
esas medidas que implanten sus gobiernos para favorecer la introducción de este
negocio de las energías verdes y que mejor manera de introducir tu negocio que
mediante subvenciones o impuestos. Además, al final, todo es el dinero del
contribuyente.
Dinamarca prohibirá para 2030 los coches de combustión y
simplemente se podrá circular en coches eléctricos, una forma de seguir expoliando
fiscalmente al contribuyente y seguir metiendo nuevos impuestos y seguir
justificando gasto público a costa del bolsillo del contribuyente. Al final,
financiar los intereses de grandes empresas que quieren que sus inversiones sean
rentables sí o sí, y que mejor manera de hacer rentable una inversión que inhibiendo
a la competencia y obligando a la población a consumirla.
Cuando realmente algo se vuelve tan generalizado y está en todos
lados porque detrás hay gente pagándolo y hay gente detrás con intereses.
Muchas veces, detrás de supuestas luchas justas lo que de
verdad está detrás es un grandísimo negocio y un montón de dinero, porque este
mundo se mueve por y para el dinero. Los que gobiernan este mundo son los que
tienen más dinero, los que deciden hacia dónde va el mundo y cuál es el rumbo
que lleva. Nos han vendido que los coches eléctricos son el futuro, lo mejor
para salvar el planeta, pero también hay que plantearse cómo se va producir todo
este aumento de electricidad, todo este aumento del consumo eléctrico como lo
vamos a sostener en el futuro, porque si todo el mundo tiene coche eléctrico se
va a disparar el consumo de energía eléctrica. ¿Cómo vamos a producir esta
energía? Mediante energía nuclear.
Imaginemos como tienen que estar las eléctricas frente a una perspectiva de futuro en la cual ellas van a ser las nuevas gasolineras, el consumo eléctrico se va a disparar, es quitarle el negocio a empresas como Repsol, grandes petroleras que a día de hoy tienen un grandísimo negocio con el tema del fuel, pero es que el nuevo fuel va a ser las eléctricas.
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